viernes, 29 de octubre de 2010

Centenario de Miguel Hernández

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Hernández, poeta al que hemos ido recordando en Internet con numerosas actividades. Hagamos que la Red se inunde con sus versos.

Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
Que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.

Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos ya sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores.

Coloco relicarios de mi especie
a tu talón mordiente, a tu pisada,
y siempre a tu pisada me adelanto
para que tu impasible pie desprecie
todo el amor que hacia tu pie levanto.

Más mojado que el rostro de mi llanto,
cuando el vidrio lanar del hielo bala,
cuando el invierno tu ventana cierra
bajo a tus pies un gavilán de ala,
de ala manchada y corazón de tierra.
Bajo a tus pies un ramo derretido
de humilde miel pataleada y sola,
un despreciado corazón caído
en forma de alga y en figura de ola.

Barro en vano me invisto de amapola,
barro en vano vertiendo voy mis brazos,
barro en vano te muerdo los talones,
dándote a malheridos aletazos
sapos como convulsos corazones.

Apenas si me pisas, si me pones
la imagen de tu huella sobre encima,
se despedaza y rompe la armadura
de arrope bipartido que me ciñe la boca
en carne viva y pura,
pidiéndote a pedazos que la oprima
siempre tu pie de liebre libre y loca.

Su taciturna nata se arracima,
los sollozos agitan su arboleda
de lana cerebral bajo tu paso.
y pasas, y se queda
incendiando su cera de invierno ante el ocaso,
mártir, alhaja y pasto de la rueda.

Harto de someterse a los puñales
circulantes del carro y la pezuña,
teme del barro un parto de animales
de corrosiva piel y vengativa uña.

Teme que el barro crezca en un momento,
teme que crezca y suba y cubra tierna,
tierna y celosamente
tu tobillo de junco, mi tormento,
teme que inunde el nardo de tu pierna
y crezca más y ascienda hasta tu frente.

Teme que se levante huracanado
del blando territorio del invierno
y estalle y truene y caiga diluviado
sobre tu sangre duramente tierno.

Teme un asalto de ofendida espuma
y teme un amoroso cataclismo.

Antes que la sequía lo consuma
el barro ha de volverte de lo mismo.

sábado, 23 de octubre de 2010

Centenario de Miguel Hernández

El próximo 30 de octubre se cumplen los 100 años del nacimiento de Miguel Hernández. Ese día, vamos a inundar la Red y las aulas con versos del poeta!

¿Cómo participar en esta iniciativa?

  • Selecciona un poema. Puedes memorizarlo, si quieres, para grabarlo o recitarlo.
  • Si tienes cuenta en Youtube, Tuenti o Facebook, publica el poema que hayas elegido o alguno de sus versos (usa la etiqueta #mhernandez2010).

La Red permite compartir la emoción de la poesía. Anímate a participar para que el día 30 el “viento del pueblo” se extienda sin límites.

Puedes encontrar poemas de Miguel Hernández en estos sitios:

domingo, 10 de octubre de 2010

Texto argumentativo -En contra de la ley del menor

  A finales del pasado año volvió a estallar la polémica de si la ley del menor necesitaba una reforma. Como todas estas otras veces, la polémica surgió tras un nuevo caso de asesinato en el que estaban involucrados menores.

  Otro caso mediático en el que la oposición empezó a clamar a gritos una reforma urgente. Frente a esto desde algunos partidos se pidió que se espere a que pase un poco el revuelo mediático, para así poder ver las cosas desde frio, ya que tenemos que pensar que no solo estamos decidiendo por estos casos, sino por cómo se van a juzgar a todos los menores que cometan un delito de ahora en adelante.

  Dentro de esta reforma, una de las medidas que se piden es un endurecimiento de las penas de estos jóvenes, debido a que estos suelen ser casos de alta reincidencia en cuando vuelven a la calle. Conociendo esto, ya desde las penas del plan antiguo, podríamos haber deducido que algo estaba y está fallando y está claro que endurecer las cosas no es una solución. Esto nos hace pensar que a la sociedad se le ha olvidado que los centros de menores son una medida de reinserción en la sociedad y no meramente un gran castigo que pagar por algo que se ha hecho mal, por lo que nunca dejan de ser personas, con todos los derechos que esto incluye.

  Después de todo esto podemos deducir que algo se está haciendo mal, por lo que no deberíamos centrarnos en como castigar estos casos, sino en intentar cortarlos desde la raíz preguntándonos porque o como se les pueden llegar a pasar por la cabeza a estos jóvenes cometer estos actos.

  Es decir, dejar de centrarnos en esos casos y empezar a plantearnos si quizás la culpa de todo esto la tenemos la sociedad que nos rodea y los valores que estamos trasmitiendo a través de esta.

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